Un joven llama a
la puerta de un club de matemáticos y le preguntan:“¿dieciocho?”, y él
responde: “nueve”. Abren la puerta y le dejan pasar.
Al cabo de unos
minutos llega una joven y llama también a la puerta. Le preguntan: “¿ocho?” y
ella responde: “cuatro”. También le dejan entrar a la reunión.
Después llega un
muchacho, toca a la puerta y le dicen: “¿catorce?” y él responde “siete”. Le
abren.
Una chica ha
escuchado todo lo anterior, así que decide llamar a la puerta. Le dicen, desde
dentro: “¿dos?” Y responde: “uno”. Pero no le abren la puerta.
¿Qué tenía que
haber contestado para poder entrar en la reunión? Justifica tu respuesta.
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